El cambio de año calendario nos inspira para charlar con vos sobre algunas claves para diseñar tu 2017, que está flamante! Y entre tantas ideas que van y vienen me puse a reflexionar que, tal vez, crear un año diferente, requiera de nuevas habilidades… Y me quedé pensando: ¿qué nos pasa frente a lo que no sabemos hacer?
Hoy me gustaría que veamos la diferencia de pararnos en el «aprender»
antes que en el «no sé«.
Si todavía no leíste los artículos anteriores, te cuento que en el primer artículo de esta serie para ayudarte a planificar tu año, compartí con vos las 3 claves o pasos para empezar a crear tu 2017 ¡a lo grande!
Resumiendo, estos 3 pasos son:
- En primer lugar, empezá por lo que querés de todo corazón e imaginá el mejor resultado posible.
- A continuación hacé un inventario e identificá qué tenés y qué te falta.
- Por último, diseñá tu plan paso a paso y hacé realidad tu sueño.
Vicky planteó en el segundo artículo de esta serie para ayudarte a planificar tu año: Si es así de fácil, ¿por qué tan pocas personas logran finalmente hacer realidad su sueño?
Y, a modo de valioso aporte compartió los 7 +1 tips prácticos para ponerte en acción.
Resumiendo, estos tips son:
- Siempre distinguí y separá proyectos de tareas.
- Enfocate en hacer las tareas que te inspiran.
- Delegá las que no te inspiren o no sepas como hacer.
- Preguntate siempre «¿Cómo lo hago?» en lugar de decirte «No sé hacerlo«. Esta actitud contribuye a que ejercites tu creatividad y la resolución de problemas.
- Trabajá con tu agenda para marcar bloques de tiempo para realizar cada tarea concreta (¡acciones «tildables»!).
- Acotá el tiempo asignado para realizar una tarea. Ponete un plazo, un tiempo breve y hacelo. Somos un poquito hijas del rigor y si tenemos que hacerlo en menos tiempo, ¡lo hacemos! 😉
- Hacelo como puedas, con lo que tengas. Siempre podrás mejorarlo más adelante. ¡Alejate de la perfección! «Better done than perfect», dicen in English!
- BONUS TIP! Para esas tareas que NO te gustan o estás posponiendo… buscá conectar con la emoción que sentirás cuando la hayas completado. ¡Mimate! Definí un premio para cuando la tengas terminada. 😉
Retomando la reflexión de hoy, y luego de esta breve introducción para ponernos en tema, me gustaría empezar afirmando que según las ideas que tenemos y de acuerdo con lo que pensamos es cómo actuamos.
Es decir, nuestras acciones dependen de nuestras creencias. Y según cuáles sean nuestras acciones y decisiones, serán los resultados que obtenemos.
Por lo tanto es fácil darnos cuenta que, cuando los resultados que obtenemos no son los que esperamos, queremos o deseamos… será necesario cambiar nuestras acciones.
Analicemos un ejemplo
Si yo creyera que no sé cocinar, si estuviera convencida de que mis preparaciones no son ricas, es natural que mi accionar sea pedir delivery o preparar comidas rápidas, como esas que vienen preparadas para freezer. Es probable que los resultados que obtenga al cabo de un tiempo no sean los esperados (podría pasar que mi familia se aburra pronto de esas comidas, seguramente no tengamos una alimentación muy saludable, quizás incluso engordemos o podría ser que tengamos que gastar más dinero que si supiéramos cocinar!)
Ahora bien, como el resultado no es el deseado… será necesario hacer un cambio.
A veces, según el caso, será suficiente con cambiar la acción, pero otras veces hace falta modificar las creencias!!!
Siguiendo con el ejemplo…
Si yo solamente decidiera cambiar la acción, podría contratar algún servicio de delivery de viandas saludables… Y así lograría mejorar los resultados negativos que habíamos visto en el ejemplo (aburrimiento de comer siempre lo mismo, mala alimentación, gasto excesivo). Sin embargo, existe otra opción que podría brindar aún mejores resultados…
¿Cómo podríamos mejorar aún más los resultados?
Yendo a la raíz del asunto: cambiar la creencia.
Al comienzo de este ejemplo dijimos «si yo creyera que no sé cocinar»…
Y la opción es ¡aprender a cocinar!
Tal como planteamos en el tip #4 del artículo anterior, en la sección: “7+1 tips prácticos para ponerte en acción”, donde dijimos:
Preguntate siempre: «¿Cómo lo hago?» en lugar de
decirte «No sé hacerlo«. Esta actitud contribuye a que ejercites tu creatividad y la resolución de problemas.
Este mismo proceso de transformación personal es aplicable a cualquier ámbito de tu vida. Siempre que estés pensando en no hacer algo porque no sabés cómo hacerlo, date la posibilidad de aprender a hacerlo. Y así estarás abriendo posibilidades para avanzar y crecer.
¿Cuáles son las cosas que querés lograr pero estás frenada por no saber cómo hacerlas?
¿Qué querés aprender?
¿En qué querés mejorar?
¿Cómo lo vas a hacer? (cursos, libros, experiencia, etc.)
¿Cuándo lo vas a hacer?
Podés responder a estas preguntas y crear tus propias listas. El paso siguiente será abrazar la capacitación contínua y desarrollar nuevas habilidades para avanzar en consonancia con el mundo que te rodea. No te podés quedar paralizada… cuando te quedás quieta, en realidad vas para atrás, porque todo avanza, todo cambia…
Ya lo sabés:
Está en tus manos crear el año que deseas.
¡No lo dejes librado al azar, ponete en acción!
Como siempre, contanos qué te parecieron estas ideas dejando tu comentario abajo!
Seguiremos compartiendo ideas, trucos y consejos para que tengas un año genial.
¡Hasta la próxima!
San
Deja una respuesta