¿Te pasa que lees algunas frases típicas de comienzo de año y no conectás ni ahí con tanto optimismo y euforia? Por ejemplo:
… año nuevo, vida nueva…
… borrón y cuenta nueva…
… el año son 365 nuevas oportunidades…
… la hoja en blanco para diseñarla tal y como querés…
… vamos por más este nuevo año…
Puede ser que estés con poca energía, que el año pasado te dejó agotada, que intentaste cosas que no lograste y que en este momento no encuentres ese entusiasmo que te llena de energía para encarar el año que recién empieza.
Si te sentís identificada con esta situación nos gustaría compartir con vos algunas reflexiones…
Nuestra cabeza no para en ningún momento: pensamos todo el tiempo, repasamos cosas que ya pasaron, nos preocupamos por cuestiones que suponemos que van a pasar, nos encargamos de estar atentas a las situaciones cotidianas… y todo el tiempo nuestra mente trabaja, sin descanso.
Con nuestros pensamientos vamos creando nuestro mundo personal. Todo está en nuestra mente, en nuestras creencias.
Nuestros pensamientos además despiertan emociones: a veces lo que pienso me da miedo, a veces me da nostalgia. A veces se me cruzan pensamientos que me ponen nerviosa, y hay otros que me dan alegría.
Si te sientes dolido por cosas externas,
no son éstas las que te molestan,
sino tu propio juicio acerca de ellas.
Y está en tu poder el cambiar ese juicio ahora mismo.”
Marco Aurelio
Entonces, ¿cómo arrancar bien el año cuando vengo “volando bajito”?
La clave es tomar conciencia del nexo que existe entre nuestros pensamientos y nuestra emocionalidad. Esta toma de conciencia te abre la puerta para revisar y analizar las creencias que están condicionando tu estado de ánimo.
Una vez que lográs identificar eso, hacé un STOP!
Sí, pará y hacete algunas preguntas sobre tus pensamientos…
Por ejemplo:
¿Cómo me siento frente a esta situación?
¿Qué pienso que va a pasar con respecto a la decisión que estoy por tomar?
¿Cómo creo que va a resultar esa conversación que voy a tener?
¿Qué supongo que me van a responder?
¿Qué experiencias anteriores me llevan a suponer lo que estoy pensando?
¿Cómo me fue antes en situaciones similares?
Ahora te imaginás el tipo de cuestionamientos que podrías hacerte…
Cuando nos cuestionamos un poquito eso que estamos pensando, podemos también a partir de allí modificar nuestras creencias y eso nos abre posibilidades que permiten un cambio en nuestra emocionalidad.
¿Te gustó? ♥
Cuando estamos en medio de ese torbellino de juicios -generalmente, poco “amables” con nosotras mismas- es lógico que nos cueste conectar con la emocionalidad adecuada que propicia la energía emprendedora que vos sí tenés… que se está escondiendo debido a esos pensamientos…
Vos podés conectar con la fortaleza emocional necesaria para lograr eso que soñás… solo necesitás un empujoncito. Date el permiso de cuestionarte a vos misma. Contás con nuestro apoyo y el de esta tribu de mujeres emprendedoras. Aprovechá ahora y date una vueltita por acá para leer otro artículo super inspirador para dar al menos un pequeño paso hacia tu propio bienestar.
¡La actitud es todo!
Dale que vos podés, nosotras confiamos en que vos podés. ♫ Poné música ♪ tomate un ratito y meditá sobre estas cosillas… tenés todo para conectar con las emociones que te van a poner en marcha para tener un año mejor!
Dejo la puerta abierta para que sigamos charlando sobre pensamientos y emociones…
¡Hasta la próxima!
Deja una respuesta