Esta semana, una de las asistentes virtuales de motiVAcional me envió esta nota contando cómo la lectura de un artículo que llegó a sus manos por «casualidad» le provocó una interesante reflexión. Así lo comparte con nosotras:
Por: María Sandra Visgarra, extractado de un artículo de Cecilia Mosconi, Revista Vanidades
Esta semana, cuando llevé a mis hijos a la peluquería, me topé con un ejemplar de la Revista Vanidades y me puse a leer un artículo, que me resultó sumamente interesante. El título era: “La Imprescindible Levedad del Ser”.
Acumular objetos que no se usan e ideas que no se concretan puede resultar abrumador. Es un ancla al pasado. Aprende a vivir con menos cosas y a liberarte de las valijas innecesarias.
Dominique Loreau en su libro «El arte de simplificar la vida» dice: «cuanto menos tenemos, más libertad y plenitud sentimos». Ella aboga por el minimalismo como estilo de vida.
«Son demasiadas las cosas que nos invaden y nos alejan de lo esencial. Nuestro espíritu, a su vez, se atasca como en un desván lleno de trastos viejos. Así no puede moverse ni progresar», asegura.
Existen investigaciones que comprobaron que una vez que se cubren las necesidades básicas, el nivel de felicidad o los conflictos personales no tienen que ver con el dinero o las posesiones, sino con la actitud ante la vida y la calidad de las relaciones humanas. Pero, se sabe, la felicidad no se obtiene de afuera hacia adentro; lograrla es un trabajo interior.
Así como los objetos ocupan lugar físico, las ideas y proyectos que no se concretan también ocupan espacio, pero emocional y también exigen energía vital para mantenerlos vivos.
Atreverse a hacer algo nuevo implica un gran desafío. Cuando las ideas no evolucionan, tampoco lo hacen las personas, y quedan estancadas: se detiene el crecimiento personal, la posibilidad de crear nuevos vínculos y no se generan recursos de comunicación.
Mantenerse inflexible en un punto de vista quita la posibilidad de incorporar nuevas perspectivas a la vida: abrir la mente y hacer algo de ecología interior, en cambio, será tan beneficioso como ordenar tu garage: ¡entrará aire nuevo para renovar tu vida!
Creo que lo que leemos no llega a nuestras manos por casualidad.
En este caso, me ayudó a confirmar por qué me pasan o no me pasan algunas cosas en mi vida. Está bueno cada tanto depurar nuestros placares y nuestras casas, nos vamos liberando de lo viejo y dejamos espacio para que entre lo nuevo.
Cuando podemos ir concretando nuestros proyectos, en mi caso, la Asistencia Virtual, vamos creciendo y nos vamos reafirmando. Todo comienza a fluir de una manera distinta y mejor, sentimos paz interior, tenemos más entusiasmo y se nos despierta la inspiración para crear cosas nuevas.
Fuente: Revista Vanidades Año 48 Nº 12 – Páginas 48 y 49; Publicada 4 de junio de 2008; Sección: Vida Sana; Artículo: “La Imprescindible Levedad del Ser”
Sobre el autor: María Sandra Visgara es Asistente Virtual certificada y Directora de Mi Secretaria Virtual
Y a vos que también sos asistente virtual, ¿qué te lectura te motiva? Compartilo dejandonos tu comentario o enviame tu artículo para publicar en motiVAcional (para mandar tu nota utilizá este formulario).
Vicky: Excelente artículo! Ideal para leer a esta altura del año, nos recuerda que no solo nuestra casa, escritorio, pc, necesitan depurarse cada tanto, sino también nuestro espíritu.
María Sandra: Gracias a vos también por compartirlo con nosotras.
Un beso y muchas felicidades.
Hola Carla! Gracias por tu comentario. Efectivamente coincido en que es bárbaro lograr esa «limpieza» de absolutamente todo. 😉 ¡Ayuda muchísimo a ordenarse!
Un beso,
Vicky
¡Hola Carla! Me alegra que te haya gustado el artículo. Cuando algo es bueno y funciona, uno lo recomienda.
Te deseo todo lo mejor para el 2009.