Hace tiempo que no escribo en este blog para mis colegas asistentes virtuales.
Tal vez tenga que ver con mi decisión de desconectar un poquito más. Confieso que me cuesta bastante porque tengo la suerte de sentir una gran pasión por lo que hago.
Sin embargo, siempre es bueno recordar que «desconectar» es positivo en muchísimos aspectos. Claramente, para no descuidar nuestros afectos pero también porque nos renueva y nos ofrece otras perspectivas.
Hoy quiero compartir un breve video sobre este importante tema. Lo había visto algún tiempo atrás pero ultimamente, vía Pablo Carreño en Facebook, volví a verlo.
Miralo, ¡te tomará menos de 2 minutos!
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para intercambiar ideas y experiencias respecto del tiempo que -como asistente virtuales- pasamos «conectadas».
En mi caso, confieso me cuesta muchísimo hacerlo y por eso me lo estoy proponiendo muy especialmente. ¿Y vos?
Gracias por contarme tu experiencia, por compartir tus sugerencias y opiniones.
Hasta la próxima,
Todos los dispositivos tecnológicos (llámese teléfono móvil, ordenador, PSP o como se llame) son altamente adictivos y se requiere mucha fuerza de voluntad para dominar esta creciente adicción que nos impone la modernidad.
El video es impactante, yo ya lo había visto antes… Si pudiese estar un rato con aquellos que están lejos, o con aquellos que ya no están, te aseguro que estaría dispuesta a desconectar todo lo que haga falta…
Ningún aparatito vale lo que vale la sonrisa de tu hijo, las risas con amigos o el abrazo de una madre…
Saludos!!
Qué buen contenido el del video. Estamos tan globalizados…el tema de la falta de atención por estar «conectado con el mundo», no hace distinciones geográficas, ni sociales, ni religiosas. El hecho de apagar o alejarnos u olvidarnos el aparato que nos tiene al tanto de lo que pasa afuera de nosotros, parece que nos dejara solos, abandonados, sin sonidos, sin imágenes…Sin embargo, mientras estamos enterándonos al segundo de todo lo que queremos o nos gusta, o nos enganchamos con cursos o trabajos on line «full time», hay amaneceres preciosos, días de sol que reclaman nuestra presencia en algún lugar verde, amigos que quieren vernos y conversar, hijos produciendo (¿o conectados también?), padres esperándonos, en fin…¡la vida misma!
Los límites debe ponerlos uno, cueste lo que cueste, porque en la medida en que nosotros establecemos tiempos para cada cosa, podremos aconsejar a nuestro entorno que también lo haga. Así nos encontraremos alrededor de la mesa mirándonos a los ojos, charlando, comiendo y disfrutando, no me gusta tener que contestar mensajes tecleando, mirando hacia abajo, y perdiéndome todo lo que pasa a mi alrededor.
Es tan maravilloso e infinito el mundo de las comunicaciones y la tecnología, que es muy difícil parar, establecer el punto final o parcial (hacer un largo paréntesis entre conexión y conexión).
Más allá de lo personal, creo que debemos recurrir a la educación para: apagar el móvil cuando vamos a una ceremonia, a un consultorio médico, a ver un espectáculo, a una entrevista (como entrevistador y como entrevistado), cuando nuestro trabajo necesite de nuestra concentración, y en las ocasiones privadas que lo requieran. Y también pensar que cada día es uno y único, colmado de vivencias irrepetibles, no permitamos que estar «on-line» nos haga arrepentir de no haber estado presente en nuestra propia vida por no poder apretar un botoncito que nos deje «off-line» por un rato.
El tema es muy interesante, no quería dejar de comentarlo, pero tengo que dejarlas porque debo continuar con un ejercicio de un curso online y justo, mi hija acaba de mandarme un Wapp con una foto de su perrito…Nos vemos!!! (jaja)